Materiales:
- latas vacías
- pintura acrílica: 2 colores que contrasten
- pincel
- cera de vela
- papel de lija
- etiquetas
- pintura
- pegamento
- agua
Lo primero que hay que hacer es quitar las etiquetas de las latas. Se pueden dejar en remojo en agua caliente con unas gotas de detergente unos 10 minutos y, si aún queda un poco de pegamento, se puede hacer una pasta con 1 cucharada de aceite y 1,5 cucharadas de bicarbonato. Se pone la pasta encima del pegamento y se deja durante 15 minutos. Después se frota con los dedos y debería salir. Hay que lavar bien la lata para que no quede grasienta.
A continuación pintamos la lata de un color oscuro y, cuando esté seca, le pasamos cera de vela por encima. He hecho pruebas pintando latas de color negro y de color rojo. Aquí tenéis la que he pintado de color negro y más abajo veréis el resultado de la roja.
Pintamos la lata negra de color blanco y pasamos papel de lija por donde queremos que quede gastado.
La cera que hemos puesto entre la pintura negra y la blanca ayuda a mantener la pintura negra cuando pasamos la lija. Si no ponemos cera, lijamos las dos pinturas y se verá la lata de aluminio. No se acaba de apreciar bien en la foto, pero a la lata pequeña no le puse cera y lo que se ve por donde he pasado el papel de lija, es el aluminio y no la pintura negra.
Una vez lijada, ya tenemos nuestra lata desgastada. Aquí tenéis un ejemplo con el fondo negro y otro con el fondo rojo.
Luego se pueden decorar envejeciendo alguna etiqueta o con decoupage. Aquí puedes ver cómo se hacen las etiquetas: etiquetas envejecidas
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