Lista de materiales:
- caja de MDF o madera
- pintura blanca
- papel de regalo
- pintura que combine con el papel de regalo
- pegamento
- agua
- pinceles
- tijeras
- lima de uñas o de pies
- barniz
Primero daremos dos manos de pintura blanca a la caja.
Luego empezaremos a forrar la caja con el papel de regalo. Pasamos pegamento por toda la superficie y pegamos el papel. Luego vamos doblando el papel y pasamos pegamento por los laterales para ir pegándolo. Podemos recortar un poco el papel sobrante para facilitarnos las cosas. En cada esquina hacemos una doblez y la recortamos con unas tijeras.
A continuación pasamos pegamento por la parte finita del lateral y pegamos el papel. El papel sobrante lo lijamos con una lima de uñas.
Mezclamos pegamento con agua y pasamos una capa de esta mezcla por encima del papel. Las pinceladas no tienen que ser rectas, podemos dar una pincelada para un lado, otra para el otro, etc. Tiene que quedar toda el papel impregnado. Dejamos que se seque
Pintamos el interior de la caja del color que hayamos escogido. Dependiendo del color, es posible que tengamos que dar varias capas. Se puede pintar antes o después de forrar la parte exterior. Si pintamos después, tenemos que ir con cuidado para no manchar el papel. Si pintamos antes, es posible que tengamos que dar algún retoque después de lijar el papel sobrante del borde porque la lima puede llevarse un poco de pintura.
Ahora falta forrar la parte inferior de la caja. Seguimos el mismo proceso que para la parte superior. Pegamos primero el papel en la parte inferior y luego vamos pegando los laterales y el borde. Hacemos una doblez en las esquinas y recortamos el papel sobrante con unas tijeras. Luego pegamos el borde y lo que sobra lo lijamos con una lima de uñas.
Pasamos la mezcla de agua con pegamento por todo el papel y dejamos secar. Por último, le damos una capa de barniz y dejamos secar también.